¿Rescate o negocio riesgoso? México envía petróleo a Cuba mientras Pemex se hunde en deudas
Mientras el gobierno de Sheinbaum lo justifica como ayuda humanitaria, dudas persisten sobre la capacidad de Cuba para pagar y el impacto en la maltrecha petrolera mexicana.
CDMX.- En 2025, México ha despachado más de un millón de barriles de crudo y cargamentos de amoníaco a Cuba, valuados en 60 millones de dólares, marcando un cambio significativo tras el declive del apoyo venezolano. Esta operación, orquestada por Pemex bajo el gobierno de Claudia Sheinbaum, se promociona como ventas legales y ayuda humanitaria, pero el trasfondo revela una paradoja inquietante. Cuba, inmersa en una crisis económica que la CEPAL calificó como recesiva en 2024, con un PIB en caída y apagones generalizados, depende cada vez más de estas importaciones, que según Reuters crecieron un 20% en 2024. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿cómo financia La Habana estas compras en su estado de colapso, cuando históricamente se valía de trueques con Venezuela?
Lo que agrava el escenario es la situación de Pemex, la petrolera estatal mexicana, que arrastra una deuda superior a 100 mil millones de dólares desde 2021, y enfrenta una caída en su producción, como reportó Bloomberg en 2022. A pesar de esta fragilidad económica, México sigue exportando crudo, incluso gestionando contratos en pesos a precios de mercado, lo que sugiere una apuesta arriesgada. ¿Es esto un gesto solidario o una maniobra comercial que compromete aún más las finanzas de Pemex? Analistas, como los de la Universidad de Navarra, ven en Cuba un patrón de dependencia económica, ahora trasladado a un México que, paradójicamente, también está en apuros.
La imagen de un tanque Pemex rumbo a Cuba, captada el 1 de julio, encapsula esta ambigüedad, un acto de apoyo o un negocio que podría colisionar con sanciones internacionales y el deterioro interno de la propia empresa. La duda persiste: ¿hasta dónde puede estirarse México para sostener a un aliado en crisis sin hundirse él mismo?