¿Salud en ruinas? Los estados que dijeron no al IMSS-Bienestar viven mejor
Incremento del 11% en presupuestos y mayor cobertura en consultas destacan frente a recortes del 36% en entidades afiliadas
CDMX.- A cinco años de la desaparición del Seguro Popular y la llegada del IMSS-Bienestar, un análisis crítico revela una brecha alarmante en la calidad de la atención médica en México. Según datos del médico y analista Éctor Jaime, publicados en X, los estados que rechazaron integrarse al programa federal —como Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco— muestran resultados superiores en indicadores clave: un aumento del 11% en su presupuesto para salud (de 11,980 a 13,337 millones de pesos entre 2020 y 2025), menor mortalidad general, mayor cobertura de vacunación infantil y más consultas externas y especializadas. En contraste, los 24 estados afiliados al IMSS-Bienestar enfrentan un recorte del 36% en su financiamiento (de 92,735 a 59,286 millones), dejando sus sistemas de salud al borde del colapso.
El mapa es claro: mientras los gobernadores opositores retuvieron control sobre sus recursos —como el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)—, la promesa federal de compensar esas pérdidas con el presupuesto del IMSS-Bienestar se diluyó. Testimonios desde Chihuahua, donde una madre destaca la atención oncológica de calidad, refuerzan el argumento, aunque no faltan quejas locales, como en Guanajuato, donde faltan medicamentos. La 4T defendió este modelo como un avance universal, pero los números sugieren lo contrario: ¿es este un experimento fallido o una estrategia deliberada para centralizar el poder? La respuesta sigue en disputa, mientras millones esperan atención en un sistema cada vez más desigual.




