¿Satélites de IA alimentados por energía solar? La promesa de Musk que suena a futuro, pero ¿es realista?
SpaceX planea usar Starship para desplegar constelaciones de satélites que alimenten IA con energía solar, aunque los desafíos técnicos y ambientales persisten
EU.- Elon Musk ha vuelto a captar la atención con su última declaración: Starship, el cohete más ambicioso de SpaceX, permitirá lanzar a gran escala satélites de inteligencia artificial (IA) alimentados por energía solar, generando 1 teravatio de potencia de IA anual. Desde enero de 2025, SpaceX ha estado probando Starship con payloads como los 10 modelos de satélites Starlink, demostrando su capacidad para desplegar hasta 60 satélites V3 por lanzamiento, añadiendo 60 terabits por segundo a la red. Sin embargo, la idea de satellites de IA con energía solar no es nueva; países como Corea del Sur han explorado proyectos similares, aunque aún en etapas experimentales debido a desafíos técnicos y costos exorbitantes.
La visión de Musk no carece de sentido. En 2022, los centros de datos globales consumían entre 240 y 312 teravatios-hora al año, y se espera que los servidores de IA alcancen entre 85 y 134 teravatios-hora anuales para 2027. Un teravatio de potencia adicional podría ser transformativo, pero la pregunta es si la tecnología actual puede cumplir. Los desafíos incluyen la eficiencia de las celdas solares en el espacio, la transmisión de energía sin pérdidas y el costo de desplegar una constelación masiva. Además, la proliferación de satélites agrava el problema de la basura espacial, un tema que ya ha generado críticas hacia SpaceX.
Musk tiene un historial de promesas ambiciosas, algunas materializadas y otras no. Mientras que Falcon 9 ha revolucionado el mercado de lanzamientos, proyectos como los trenes de alta velocidad prometidos hace una década nunca llegaron. Starship es un avance significativo, pero la idea de 1 teravatio de potencia de IA anual parece más un objetivo a largo plazo que una realidad inmediata. Como periodistas, nuestro deber es mantener el escepticismo, incluso cuando Musk apunta a las estrellas. Queda por ver si esta promesa se convierte en un hito histórico o en otra visión lejana. Mientras tanto, el mundo observa, con esperanza y cautela.



