¿Sheibaum desesperada ante la Generación Z?: "Hubieran visto la gente feliz con nosotros; la gente me saluda; ¿creen que van a debilitar a la presidenta?; no, más fuerte es hoy"
La presidenta reconoció: “claro, habrá gente que no le caigo bien. Bueno, tampoco pasa nada, ¿verdad?”,
CDMX.— En un tono inusualmente emocional y casi suplicante, la presidenta Claudia Sheinbaum dedicó buena parte de su mañanera de este lunes a responder a la masiva marcha de la Generación Z del sábado, pero lo hizo recurriendo a frases que sonaron más a desahogo personal que a discurso de Estado. “¿Ustedes creen que esos gritos me van a hacer algo? No, estamos fuertes con el pueblo, fuertes, muy fuertes… más fuerte es hoy. Más fuerte”, dijo la mandataria con una insistencia que rozó lo infantil, como quien necesita repetir una y otra vez una frase para convencerse a sí misma. La repetición obsesiva de “más fuerte” y la pregunta retórica “¿creen que van a debilitar a la presidenta?” dejaron la impresión de una lideresa que percibe el desgaste y pide desesperadamente que le crean que no está debilitada.
Para contrarrestar las imágenes de miles de jóvenes en el Zócalo, Sheinbaum apeló a anécdotas casi íntimas: “En Campeche hubieran visto la gente feliz con nosotros… las mujeres felices, felices. Algo así, pero hermosísimo. En Tabasco, aquí salgo a la calle, la gente me saluda, voy por las carreteras. Esa es la verdadera, es el verdadero México”. El recurso de “salgo a la calle, la gente me saluda” y “hubieran visto la gente feliz con nosotros” sonó a intento de consuelo personal más que a argumento político sólido, como si la presidenta necesitara recordar momentos de cariño para no derrumbarse ante la crítica.
Aunque reconoció que “claro, habrá gente que no le caigo bien. Bueno, tampoco pasa nada, ¿verdad?”, esa concesión mínima chocó con la imagen de fortaleza que intentó proyectar. Y remató con una letanía que pareció más un mantra de autoayuda que un mensaje presidencial: “Es el pueblo, el pueblo, el pueblo y el pueblo… aquí no nos vamos a rajar nunca”.
Analistas y usuarios en redes interpretaron rápidamente el tono: la presidenta que en campaña se mostraba serena y técnica apareció este lunes nerviosa, repitiendo frases de campaña (“más fuerte es hoy”) y buscando refugio en recuerdos afectivos de giras en Campeche y Tabasco. Lejos de transmitir control, el mensaje dejó la sensación de una mandataria que siente el golpe de la protesta juvenil y recurre a la negación emocional: “¿Creen que van a debilitar a la presidenta? No, más fuerte es hoy”.
El sábado decenas de miles de jóvenes marcharon contra la violencia y la inseguridad. Este lunes, la presidenta respondió con anécdotas de “mujeres felices” y la súplica implícita de que le crean que sigue fuerte. El contraste no pudo ser más evidente.



