Sheinbaum & Trump: Tensiones y Diálogo en Torno a la Propuesta de Intervención Militar
Trump ha intensificado su discurso sobre la seguridad fronteriza y el combate al narcotráfico.
CDMX.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este lunes 5 de mayo desde Palacio Nacional a las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien afirmó que México rechazó su oferta de enviar tropas para combatir a los cárteles del narcotráfico porque Sheinbaum “les tiene miedo”. Las afirmaciones de Trump, vertidas en una entrevista con News Nation, han generado un nuevo punto de fricción en la relación bilateral, aunque la mandataria mexicana optó por enfatizar la vía diplomática y la “buena comunicación” entre ambos gobiernos.
Una Propuesta Polémica
Trump, quien asumió su segundo mandato en enero de 2025, ha intensificado su discurso sobre la seguridad fronteriza y el combate al narcotráfico. En una conversación a bordo del avión presidencial, confirmó que propuso a Sheinbaum el envío de tropas estadounidenses para enfrentar a los cárteles mexicanos, argumentando que estos “están tratando de destruir” a Estados Unidos. Según Trump, la negativa de México se debe al temor de Sheinbaum hacia los grupos criminales, una acusación que no solo desestima la soberanía mexicana, sino que refuerza una narrativa de confrontación que ha marcado su política hacia México desde su primera presidencia.
Por su parte, Sheinbaum, en su conferencia matutina, confirmó que durante una llamada telefónica en abril de 2025, Trump insistió en un mayor rol del ejército estadounidense en territorio mexicano, propuesta que ella rechazó tajantemente. La presidenta subrayó que México no aceptará intervención militar extranjera, pero sí está abierto a la cooperación bilateral, especialmente en temas como el tráfico de armas desde Estados Unidos, un problema que México ha señalado reiteradamente como una de las principales causas de la violencia en su territorio.
Soberanía y Realpolitik
Las declaraciones de Trump reflejan una estrategia de presión pública que busca posicionar a México como un actor débil frente al crimen organizado, una narrativa que ignora la complejidad del problema del narcotráfico y la corresponsabilidad de Estados Unidos. Según datos de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), entre el 70% y el 90% de las armas recuperadas en escenas del crimen en México provienen de Estados Unidos, un flujo que no ha sido contenido pese a los esfuerzos diplomáticos mexicanos. Sheinbaum destacó que Trump es el primer presidente estadounidense en hablar de una “mano dura” contra el tráfico de armas, pero no proporcionó detalles sobre compromisos concretos.
La postura de México, centrada en la no intervención y la cooperación, responde a una larga tradición de defensa de la soberanía nacional, pero también a una realidad práctica: la presencia de tropas extranjeras podría escalar la violencia y generar rechazo interno, especialmente en un contexto donde el gobierno de Sheinbaum busca consolidar su estrategia de seguridad. Sin embargo, la insistencia de Trump en militarizar la lucha contra el narcotráfico pone a México en una posición delicada, ya que cualquier percepción de debilidad podría ser explotada políticamente en ambos lados de la frontera.
La Respuesta de Sheinbaum: Prudencia Estratégica
Sheinbaum evitó caer en un debate mediático, subrayando que la comunicación con Trump es “fluida” y que los desacuerdos se resuelven por canales oficiales. Este enfoque busca desescalar la tensión y mantener la relación bilateral en un terreno constructivo, especialmente en un momento en que Estados Unidos ha incrementado su presencia militar en la frontera, con despliegues ordenados por Trump en enero de 2025 para contener la migración. Según el Departamento de Defensa de EE.UU., más de 5,000 efectivos están estacionados en la frontera sur, una medida que México ha criticado como innecesaria y provocadora.
La presidenta también reconoció avances en la lucha contra el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, un tema prioritario para Washington. Datos de la DEA indican que México ha intensificado las incautaciones de precursores químicos y laboratorios clandestinos, aunque el flujo de fentanilo sigue siendo un desafío. La cooperación en este ámbito, sin embargo, no implica ceder a demandas intervencionistas, un punto que Sheinbaum dejó claro.
¿Hacia Dónde Va la Relación?
Las declaraciones de Trump y la respuesta de Sheinbaum reflejan las tensiones inherentes a una relación bilateral marcada por la interdependencia y los intereses divergentes. Mientras Trump busca proyectar fuerza ante su base electoral, México enfrenta el reto de mantener su soberanía sin comprometer la cooperación en temas clave como comercio, migración y seguridad. La insistencia de Trump en una solución militarista ignora las raíces estructurales del narcotráfico, como la demanda de drogas en EE.UU. y el tráfico de armas, y podría complicar los esfuerzos conjuntos.
Por ahora, Sheinbaum ha optado por la diplomacia para evitar una escalada, pero el episodio pone en evidencia la fragilidad de la relación México-EE.UU. bajo la segunda administración Trump. La capacidad de ambos gobiernos para avanzar en acuerdos concretos, especialmente en el control de armas y el combate al fentanilo, será crucial para evitar que las diferencias se conviertan en un conflicto más profundo.