Sheinbaum Anuncia 9% de aumento salarial y vacaciones extras para maestros, mientras la CNTE inicia paro magisterial nacional indefinido
Durante la ceremonia conmemorativa del 15 de mayo, Sheinbaum felicitó a los docentes y entregó la condecoración Manuel Altamirano a varios maestros por sus años de servicio.
CDMX.— En el marco del Día del Maestro, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció un aumento salarial global del 9% para los trabajadores educativos del Estado, retroactivo al 1 de enero, con un adicional del 1% a partir de septiembre, además de una semana extra de vacaciones. Sin embargo, la misma jornada estuvo marcada por el inicio de un plantón indefinido de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el Zócalo de la Ciudad de México, como parte de un paro nacional que busca presionar al gobierno federal para atender demandas históricas, evidenciando una profunda desconexión entre los anuncios oficiales y las exigencias del magisterio disidente.
Durante la ceremonia conmemorativa del 15 de mayo, Sheinbaum felicitó a los docentes y entregó la condecoración Manuel Altamirano a varios maestros por sus años de servicio. El aumento salarial y las mejoras laborales, como la semana adicional de vacaciones, fueron presentados como un reconocimiento al esfuerzo del sector educativo. No obstante, el anuncio llega en un contexto de creciente malestar entre los docentes, quienes, organizados en la CNTE, instalaron desde la noche del miércoles carpas y casas de campaña en el Zócalo, extendiendo su ocupación a calles aledañas como Tacuba y Palma. Este plantón, según Luis Alberto López, vocero de la Sección 22, es el preludio de una jornada de movilizaciones escalonadas que podrían incluir bloqueos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) si no hay respuesta a su pliego petitorio.
Las demandas de la CNTE se centran en la derogación de la reforma a la Ley del ISSSTE de 2007 y el rechazo al uso de las Unidades de Medida y Actualización (UMAS) para calcular pensiones, en lugar del salario mínimo, lo que, según el magisterio, reduce significativamente las jubilaciones. Estas exigencias, que también incluyen la recuperación de derechos laborales, no son nuevas; de hecho, el 1 de mayo la CNTE ya había entregado su pliego petitorio a la Presidencia sin obtener avances concretos. La movilización de este jueves, que comenzó a las 9:00 horas con una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, recorriendo Paseo de la Reforma, Avenida Juárez, Eje Central y 5 de Mayo, refleja la frustración de un sector que percibe los anuncios del gobierno como insuficientes frente a las carencias estructurales del sistema educativo y previsional.
El contraste entre el discurso oficial y las acciones de la CNTE pone en evidencia una tensión de fondo: mientras el gobierno busca legitimar sus medidas como un avance en el reconocimiento a los docentes, el magisterio disidente señala que estas no abordan las reformas regresivas que han precarizado sus condiciones laborales. Las afectaciones viales en el centro de la Ciudad de México, con cierres en avenidas clave como Juárez y restricciones en el Centro Histórico, subrayan el impacto de la protesta. El gobierno capitalino ha implementado operativos viales y de seguridad, recomendando alternativas como el Eje 1 Norte o Avenida Chapultepec, pero la presencia de la CNTE en el Zócalo, ahora convertido en sede de una asamblea permanente, sugiere que el conflicto está lejos de resolverse.
El paro nacional anunciado por la CNTE implicará la suspensión de labores en las entidades donde tiene presencia, consolidando el Zócalo como un espacio de resistencia y organización. La posibilidad de intensificar las acciones, como el bloqueo del AICM, plantea un desafío directo a la capacidad del gobierno de Sheinbaum para dialogar con un sector que, más allá de incrementos salariales, exige cambios estructurales. En este escenario, los anuncios de mejoras laborales, aunque significativos, parecen un intento de apaciguar un descontento que trasciende lo económico y que podría marcar el tono de las relaciones entre el gobierno y el magisterio en los próximos meses.