Sheinbaum aprieta el cinturón: Suben impuestos a refrescos y cigarros, ¿salud o recaudación?
El gobierno de Claudia Sheinbaum propone incrementar el IEPS a bebidas azucaradas y tabaco, buscando promover la salud y cubrir costos médicos, según el Paquete Económico 2026
CDMX.- En una movida que no sorprendió a muchos pero sí generó polémica inmediata, el gobierno de Claudia Sheinbaum propuso ayer un ajuste al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para bebidas azucaradas y tabaco, como parte del Paquete Económico 2026 entregado al Congreso por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O. Durante la presentación, Ramírez argumentó que la medida busca "incentivar hábitos más saludables" y compensar los costos presupuestales de tratar enfermedades relacionadas, como diabetes y cáncer pulmonar, en un país donde el consumo de estos productos agrava la crisis de salud pública –México lidera en obesidad infantil y enfermedades cardiovasculares, según datos de la OMS.
Los detalles concretos: el IEPS para refrescos pasará de 1.57 a 1.68 pesos por litro, un incremento de alrededor del 7%, mientras que para cigarros subirá de 0.60 a 0.64 pesos por unidad. Esto podría elevar el precio de una Coca-Cola de 600 ml en unos 2 pesos y una cajetilla de cigarrillos en cerca de 8 pesos, dependiendo de la marca. No es un salto drástico como los 3 pesos por cigarro sugeridos por el Banco Mundial, pero sí supera la inflación esperada (alrededor del 3-4% para 2025), lo que huele a esfuerzo por tapar un déficit fiscal proyectado en 4.9% del PIB, heredado de la era López Obrador y agravado por gastos en programas sociales como la Pensión para Adultos Mayores.
Críticamente, esta táctica no es nueva: desde 2014, México aplica IEPS a estos productos, pero estudios del INSP muestran que los aumentos moderados reducen el consumo solo en un 10-15% entre clases medias, mientras que los pobres –principales consumidores– optan por opciones informales o mercado negro, sin impacto real en la salud pública. Organizaciones como ANPEC ya rechazan la medida, advirtiendo que golpeará el poder adquisitivo y ventas de pequeños comercios, en un contexto de estancamiento económico. ¿Verdadera preocupación por la salud o parche fiscal? El debate en el Congreso dirá, pero por ahora, el "segundo piso de la 4T" parece construido sobre viejos vicios recaudatorios.