Sheinbaum, entre el aplauso y el hartazgo: ¿Gobierno invencible o discurso desconectado?
Desde Tabasco, la presidenta reafirma su gobierno como "invencible" ante manifestaciones en el Zócalo
Tabasco.- Desde Villahermosa, Tabasco, Claudia Sheinbaum volvió a la carga con su narrativa de unidad indestructible entre gobierno y pueblo. En un evento donde el aplauso no faltó, la presidenta condenó las protestas de la Generación Z en el Zócalo capitalino y afirmó que, pueblo y gobierno juntos, son “invencibles”. Sin embargo, detrás de las palabras, el contexto pinta un panorama más complejo.
Sheinbaum, quien asumió el poder con una aprobación inicial de 78% en diciembre de 2024 según encuestas de El Financiero, enfrenta ahora un clima de descontento creciente. Las manifestaciones del sábado, inicialmente convocadas por jóvenes y luego respaldadas por oposición, no solo evidenciaron rechazo a su gobierno, sino que terminaron en choques con la policía, con jóvenes derribando vallas y enfrentamientos que incluyeron gases lacrimógenos. Este episodio, contrasta con el discurso de invencibilidad que Sheinbaum pretende vender.
En Tabasco, donde anunció una inversión de 2 mil millones de pesos para el sistema de salud, el gobernador Javier May la presentó como “de casa”, una tabasqueña que representa al país. Sin embargo, el gesto no borra la realidad: su gobierno ha sido criticado por priorizar discursos sobre soberanía —como su reciente condena a cualquier intervención extranjera, especialmente tras la designación de cárteles como organizaciones terroristas por Estados Unidos— mientras ignora problemas internos urgentes, como la violencia y la inseguridad.
La pregunta que queda en el aire es si este discurso de unidad realmente resuena con un pueblo que, según las calles, parece cada vez más dividido. ¿Es el gobierno invencible o simplemente desconectado? Mientras Sheinbaum insiste en que “México es un país libre, independiente y soberano”, los hechos sugieren que la batalla por la legitimidad está lejos de ganarse.



