Sheinbaum vs “Chicharito”: "Es muy machista"
Presidenta de México reacciona a los videos del futbolista.
CDMX.— La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó un comentario machista del futbolista Javier “Chicharito” Hernández, quien afirmó que “las mujeres están fracasando, están erradicando la masculinidad haciendo a la sociedad hipersensible”. La mandataria, con un tono conciliador pero firme, reconoció la trayectoria deportiva de Hernández, pero señaló que sus palabras reflejan una postura machista que requiere un proceso de aprendizaje y reflexión. Este episodio, ampliamente difundido en redes sociales y acompañado por reacciones institucionales como la de la Secretaría de las Mujeres, pone en el centro del debate público la persistencia de actitudes machistas en figuras públicas y el papel del liderazgo político en combatirlas.
Análisis del contexto y la respuesta presidencial
Sheinbaum, al responder, equilibró el reconocimiento al mérito deportivo de Hernández con una crítica directa a su comentario. Su declaración, “es una idea muy machista, la verdad, vamos a decirlo con su nombre”, no solo identifica el problema, sino que lo nombra explícitamente, rompiendo con eufemismos que a menudo diluyen la gravedad de este tipo de discursos. Al citar a Angela Davis, activista icónica por los derechos civiles, la presidenta conecta el incidente con una lucha histórica por la igualdad de género, reforzando la relevancia global del tema.
La mandataria subrayó que la igualdad sustantiva, consagrada en la Constitución mexicana, reconoce a las mujeres como personas con derechos plenos y características propias. Este énfasis no es menor: al destacar la igualdad con “características propias”, Sheinbaum aboga por una visión de equidad que no implica homogeneización, sino respeto a la diversidad de roles y experiencias. Su referencia a las asambleas estatales y al intercambio con el comediante Rafael Inclán, donde afirmó ser “mamá, abuela, ama de casa y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas”, ilustra su capacidad para resignificar los roles tradicionales de género sin renunciar a ellos, desafiando estereotipos que limitan a las mujeres a una sola dimensión.
Implicaciones y crítica del comentario de “Chicharito” Hernández
El comentario de “Chicharito” Hernández refleja una narrativa recurrente en ciertos sectores que perciben los avances en igualdad de género como una amenaza a la “masculinidad”. Esta postura no solo simplifica un debate complejo, sino que perpetúa una visión binaria y jerárquica de los roles de género. Al culpar a las mujeres de “erradicar la masculinidad” y “hacer a la sociedad hipersensible”, Hernández incurre en una generalización que ignora las estructuras de poder históricas y deslegitima las luchas feministas. Su declaración carece de sustento empírico y se alinea con discursos reaccionarios que ven en la sensibilidad un rasgo negativo, en lugar de una fortaleza humana universal.
La reacción de la Secretaría de las Mujeres refuerza la institucionalización de la lucha contra el machismo en México.
Perspectiva crítica: luces y sombras
La respuesta de Sheinbaum es efectiva en su claridad y tono pedagógico, pero no exenta de limitaciones. Al evitar “polemizar” con Hernández, la presidenta opta por un enfoque diplomático que, si bien busca mantener el diálogo, podría percibirse como tibio frente a la gravedad del comentario. La mención a Hernández como “gran futbolista” podría interpretarse como una suavización innecesaria, especialmente cuando el comentario del jugador no solo es machista, sino que contribuye a normalizar narrativas que desvalorizan los logros femeninos.
Conclusión
La respuesta de Claudia Sheinbaum al comentario de Javier Hernández es un ejemplo de liderazgo que busca educar sin confrontar directamente, pero también pone en evidencia los retos pendientes en la lucha contra el machismo en México. En un país donde la igualdad sustantiva es un mandato constitucional, pero la violencia de género y los estereotipos persisten, este episodio subraya la necesidad de un compromiso colectivo —desde figuras públicas hasta instituciones— para desmantelar narrativas que perpetúan la desigualdad. La presidenta lo resume con claridad: “Las mujeres podemos ser lo que queramos”. Sin embargo, para que esto sea una realidad plena, se requiere no solo condenar el machismo, sino transformar las estructuras que lo sostienen.