Sheinbaum y Trump: ¿Negociación o rendición? La mañanera se pospone por una llamada clave
La presidenta cambia el horario de su conferencia matutina para negociar con el mandatario estadounidense
CDMX.- En un giro inesperado, la presidenta Claudia Sheinbaum ha decidido posponer su conferencia matutina de hoy jueves 31 de julio a las 10:00 horas, argumentando una "llamada clave" con Donald Trump. La razón detrás de este cambio de horario no es otra que la presión de Washington para evitar un incremento de aranceles del 30% a las exportaciones mexicanas, una medida que Trump ha amenazado con implementar a partir del 1 de agosto si México no demuestra mayor esfuerzo en el combate al narcotráfico y la migración irregular.
Esta no es la primera vez que Sheinbaum se ve obligada a ajustar su agenda por las exigencias de la Casa Blanca. En marzo pasado, tras una conversación similar, logró una pausa temporal en los aranceles, pero la situación actual es más crítica. Trump, conocido por su retórica agresiva, ha acusado a los políticos mexicanos de estar "controlados por los carteles", un argumento que, aunque carece de evidencia sólida, ha encontrado eco en sectores de la opinión pública estadounidense.
El contexto no podría ser más delicado. México, que el año pasado superó a China como el principal socio comercial de Estados Unidos, enfrenta una encrucijada. Por un lado, la imposición de un arancel del 30% podría devastar la economía mexicana, ya que gran parte de nuestras exportaciones dependen del mercado norteamericano. Por otro, ceder a las demandas de Trump podría interpretarse como una claudicación de la soberanía nacional, un tema que ha generado tensiones en el pasado.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿qué tanto margen de maniobra tiene Sheinbaum? En su última conversación con Trump, la presidenta mexicana destacó los esfuerzos de su gobierno en la lucha contra el fentanilo y la migración, pero las promesas de cooperación no parecen suficientes para el mandatario estadounidense, quien ha mostrado poco interés en los matices de la política mexicana.
En este escenario, la llamada de hoy no es solo una negociación comercial, sino un test para la relación bilateral. Si Sheinbaum logra revertir la amenaza de aranceles sin comprometer los intereses nacionales, será un triunfo diplomático. Sin embargo, si Trump impone su voluntad, México podría enfrentar no solo un golpe económico, sino también una crisis de credibilidad para el gobierno actual. La pelota está en el tejado de Palacio Nacional, y el mundo observa. ¿Negociación o rendición? La respuesta está a unas horas de distancia.