¿Subestimación o ignorancia? Sheinbaum minimiza el costo de la ruptura Delta-Aeroméxico
La presidenta afirmó que la ruptura, efectiva en 2026, no tendrá gran efecto económico, pese a estimaciones de pérdidas por 510 millones de dólares en EU
CDMX.- La presidenta Claudia Sheinbaum sorprendió este miércoles al restarle importancia al fin de la alianza entre Delta y Aeroméxico, anunciada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos el pasado 15 de septiembre, con efectos a partir de enero de 2026. Desde la mañanera, Sheinbaum afirmó que “no creemos que tenga gran impacto económico”, una declaración que choca con estimaciones preliminares que calculan pérdidas de hasta 510 millones de dólares, principalmente en el mercado estadounidense.
El trasfondo de esta ruptura es político y económico. La administración de Donald Trump argumenta que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador violó el Acuerdo Bilateral de Aviación al redirigir vuelos de carga del AICM al AIFA, una decisión que, según Washington, distorsionó la competencia y benefició desproporcionadamente a Aeroméxico. Esta medida, defendida por Sheinbaum como una estrategia de Protección Civil, ha generado tensiones con empresas aéreas estadounidenses, que ven reducidos sus slots y su capacidad operativa.
El optimismo de la mandataria parece desconectado de la realidad. La alianza, que gozaba de inmunidad antimonopolio, permitió a ambas aerolíneas expandir rutas y fortalecer el mercado binacional, un beneficio que ahora se diluye. Para Aeroméxico, aún en recuperación tras la pandemia, y para miles de empleos en ambos lados de la frontera, las consecuencias podrían ser severas. ¿Es Sheinbaum consciente de la magnitud del golpe o simplemente apuesta por un discurso de resistencia frente a las críticas? Mientras el gobierno mexicano promete análisis detallados, la falta de una estrategia clara deja dudas sobre si esta subestimación responde a una postura ideológica o a una lectura superficial de los datos.