¡Téllez sacude el Senado: "¿Protegerás a los narcos o al país?" El dardo que expone la sumisión de la nueva FGR
La senadora del PAN cuestionó a la designada titular de la FGR por posibles investigaciones contra el hijo de AMLO y vínculos de Adán Augusto López con el crimen organizado
CDMX.- En una comparecencia que olía a teatro pactado desde el arranque, la senadora panista Lilly Téllez irrumpió como un vendaval el 3 de diciembre, frente a Ernestina Godoy, la fiscal designada por Morena para encabezar la Fiscalía General de la República (FGR). Con la precisión de quien ha visto de cerca las grietas del poder, Téllez no se anduvo con rodeos: acusó directamente a Adán Augusto López, líder del Senado y exsecretario de Gobernación, de haber mandado mensajes a sus colegas para que fueran “dóciles” con Godoy, bajo amenaza de convertirla en “enemiga personal” de quien osara cuestionarla con dureza. “¿Lo ordenaste tú? ¿Procederás en su contra por ser padrino de ‘La Barredora’, el cártel que el New York Times vinculó con el narco?”, le espetó, recordando reportajes verificados que ligan a López con redes criminales en Tabasco. No paró ahí: interrogó si Godoy investigaría el espionaje telefónico a opositores —como documentó el NYT en 2024— o si seguiría blindando a Andy López Beltrán, hijo del presidente saliente, por presunto huachicol fiscal y enriquecimiento ilícito.
El contexto no podría ser más crudo: tras seis años de una FGR convertida en extensión del Ejecutivo bajo Alejandro Gertz Manero, Morena —con mayoría absoluta en el Senado— acelera la ratificación de Godoy, exfiscal de la CDMX acusada por Amnistía Internacional de torturas sistemáticas en casos de feminicidio. Mientras Téllez pintaba un “narcosenado” que protege cárteles —citando declaraciones de Trump sobre el control mafioso en México—, Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, pedía en vano una fiscalía “profesional y eficiente”, sin revanchas políticas contra expedientes de hace 30 años. Pero sus palabras suenan a eco vacío: Godoy, con su historial de lealtad al 4T, evadió respuestas directas, limitándose a promesas genéricas de “justicia sin negociación”.
Esta escena no es solo un rifirrafe legislativo; es el termómetro de un México donde la justicia parece negociada en los pasillos del poder. Con Godoy la FGR podría mutar de escudo presidencial a espada selectiva: contra opositores como Xóchitl Gálvez o panistas, pero ciega ante los pecados de la familia en turno. Téllez, con su estilo frontal que divide opiniones, al menos obliga a mirarnos en el espejo: ¿cuánto más aguantaremos una fiscalía arrodillada ante el huachicol y los pactos oscuros?



