Temu y Shein en la cuerda floja: Trump aprieta las tuercas y los gigantes chinos reculan en EE. UU.
El corazón del problema radica en la clausura de una laguna legal conocida como la exención "de minimis"
Washington.- Los gigantes chinos del comercio electrónico, Temu y Shein, están sintiendo el peso de las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos. Según un reciente informe del Financial Times, ambas empresas han reducido drásticamente su gasto en publicidad en el mercado estadounidense, una reacción directa a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump en 2025. Estas medidas, que buscan frenar el dominio de las plataformas chinas en el comercio electrónico, están golpeando fuerte a compañías que hasta hace poco parecían imparables. Pero, ¿qué significa este cambio para los consumidores y para la economía global? Vamos a desglosarlo.
El golpe de los aranceles: un cambio de juego para Temu y Shein
El corazón del problema radica en la clausura de una laguna legal conocida como la exención "de minimis", que permitía a empresas como Temu y Shein enviar paquetes valorados en menos de 800 dólares a consumidores estadounidenses sin pagar aranceles. Según un informe de la Comisión de Comercio Internacional de EE. UU. de 2023, esta exención permitió a las empresas chinas ahorrar millones de dólares anuales, inundando el mercado con productos baratos que iban desde lámparas y ropa interior hasta mesas pequeñas. Sin embargo, un decreto firmado por Trump el pasado 2 de abril cambió las reglas del juego: a partir del 2 de mayo de 2025, estos envíos enfrentarán un arancel del 30% o una tarifa fija de 25 dólares, que ascenderá a 50 dólares para junio de este año, según reportó Business Insider.
El impacto ha sido inmediato. Temu, conocida por su agresiva campaña "Compra como millonario" que llegó incluso al Super Bowl del año pasado, ha visto una caída estrepitosa en el ranking de descargas de su aplicación en la App Store de Apple, según un análisis de CNBC. En su propia página web, Temu reconoció el golpe: "Debido a los recientes cambios en las reglas comerciales globales y los aranceles, nuestros costos operativos han aumentado. Para seguir ofreciendo los productos que amas sin comprometer la calidad, ajustaremos precios a partir del 25 de abril de 2025". Shein, por su parte, también ha recortado su inversión publicitaria, aunque de manera menos visible.
Una estrategia que repite el pasado
La ofensiva de Trump contra las importaciones chinas no es nueva. Entre 2018 y 2019, durante su primer mandato, el entonces presidente lanzó una guerra comercial que impuso aranceles a bienes chinos, lo que resultó en una caída del 10% en las importaciones estadounidenses desde China, según datos del Peterson Institute for International Economics. Ahora, en 2025, Trump parece decidido a repetir la jugada, pero con un enfoque más específico en el comercio electrónico. La clausura de la exención "de minimis" ha recibido apoyo bipartidista en Washington, con argumentos que van desde la protección de la industria local hasta preocupaciones de seguridad nacional. Sin embargo, no todos están contentos.
Amit Khandelwal, profesor de asuntos globales y economía en la Universidad de Yale, advirtió en un correo a NPR que los aranceles afectarán desproporcionadamente a los consumidores de bajos ingresos, quienes dependen de estos productos baratos para reducir gastos. "Encontramos que los consumidores de menores ingresos aprovechan los envíos 'de minimis' mucho más que los de mayores ingresos", señaló Khandelwal. Este dato pone en perspectiva el costo humano de la guerra comercial: mientras los gigantes chinos ajustan precios o se retiran, los más vulnerables podrían quedarse sin opciones accesibles.
La sombra de la falsificación y la mala calidad
Más allá de los aranceles, las reacciones de los usuarios en redes sociales, como las capturadas en un reciente hilo de X, revelan un descontento más profundo con Temu y Shein. "Estoy hasta los cojones con los anuncios de Temu", escribió un usuario, mientras otro señaló: "Compramos un monitor de bebé 'Made in China' y solo reproduce el ruido de fábrica y el llanto de los niños en mandarín". Estas quejas no son nuevas ni infundadas. Temu, filial del gigante chino Pinduoduo, ha enfrentado acusaciones de vender productos falsificados o de baja calidad durante años. Una investigación de 2022 reveló que Pinduoduo ha sido señalada repetidamente por alojar ventas de productos falsificados, un problema que también ha sido abordado por leyes chinas de comercio electrónico desde 2018, como la Ley de Comercio Electrónico de China, que exige a las plataformas supervisar y reportar actividades ilegales.
En 2018, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China (SAMR) lanzó una investigación contra Pinduoduo por la venta de productos falsificados, y grandes editoriales como People's Literature Publishing House demandaron a la plataforma por vender libros piratas a precios irrisoriamente bajos. "Permitir o incluso apoyar la venta de productos falsificados es una línea roja legal que ninguna plataforma de compras en línea puede cruzar", afirmó un alto funcionario de SAMR en ese momento, según reportó la agencia estatal china Xinhua. Sin embargo, las críticas persisten, y la percepción de que Temu y Shein priorizan el volumen sobre la calidad sigue siendo un lastre para su reputación.
¿Una victoria para Trump o un problema para el consumidor?
En el hilo de X, algunos usuarios celebran la medida como "otra victoria de la administración Trump", mientras otros piden que países como Colombia también impongan aranceles para frenar la "publicidad ostigante" y los productos de dudosa calidad. Sin embargo, el panorama es más complejo de lo que parece. Mientras Temu y Shein retroceden en EE. UU., competidores como Amazon están aprovechando la oportunidad: en noviembre pasado, el gigante estadounidense lanzó Amazon Haul, una plataforma de productos por menos de 20 dólares, muchos de ellos provenientes de China. Esto sugiere que el vacío dejado por las empresas chinas podría ser rápidamente llenado por otros actores que, irónicamente, también dependen de fabricantes chinos.
A nivel global, la retirada de Temu y Shein del mercado estadounidense representa un duro golpe para las empresas tecnológicas que dependen de sus ingresos publicitarios. Plataformas como TikTok Shop, que también alberga vendedores que importan desde China, podrían enfrentar desafíos similares si las políticas de Trump se endurecen aún más. Mientras tanto, los consumidores estadounidenses se preparan para pagar más por productos que antes eran baratos, un recordatorio de que, en las guerras comerciales, rara vez hay ganadores claros.
En resumen, los aranceles de Trump han puesto a Temu y Shein contra las cuerdas, exponiendo no solo las vulnerabilidades de su modelo de negocio, sino también las tensiones más amplias entre el comercio global y las políticas proteccionistas. Para los consumidores, el costo de esta batalla podría ser literal: precios más altos y menos opciones. Y para las empresas chinas, el mensaje es claro: el sueño americano ahora viene con un precio mucho más alto.