Tren Maya: pérdidas millonarias en su primer año revelan desafíos estructurales
Los gastos operativos se dispararon a 2 mil 837 millones, lo que significa que el Tren Maya solo cubrió el 9.6% de sus costos.
CDMX.- En 2024, el Tren Maya, el ambicioso proyecto ferroviario del sureste mexicano operado por una empresa paraestatal bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), reportó pérdidas por 2 mil 561 millones de pesos en su primer año de funcionamiento, según sus estados financieros. Este déficit, que no incluye los subsidios gubernamentales, pone en evidencia las dificultades operativas y financieras de una obra emblemática del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Los ingresos del ferrocarril alcanzaron apenas 275 millones de pesos, provenientes principalmente de la venta de boletos y productos de memorabilia. Sin embargo, los gastos operativos se dispararon a 2 mil 837 millones, lo que significa que el Tren Maya solo cubrió el 9.6% de sus costos. El mantenimiento, la capacitación de maquinistas y los servicios básicos representaron la mayor parte de estos gastos, según el análisis de los estados contables realizado por *El Financiero*. Además, el costo promedio por pasajero fue de 431 pesos, un indicador que refleja la baja eficiencia económica del proyecto en esta etapa inicial.
Para mantenerse a flote, la paraestatal dependió de un subsidio de 13 mil millones de pesos transferidos por la Secretaría de Hacienda, recursos que no solo cubrieron el déficit operativo, sino que también financiaron la conclusión de obras pendientes. Este nivel de dependencia de fondos públicos refuerza la percepción de que el Tren Maya, como otras megaobras del sexenio pasado, requiere un "salvavidas" constante del erario.
El traspaso de activos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la paraestatal marcó un hito administrativo en 2024. Entre los bienes transferidos destaca la infraestructura del ferrocarril, valuada en 456 mil millones de pesos, que incluye vías, material rodante y maquinaria. Sin embargo, esta monumental inversión no se ha traducido aún en autosuficiencia financiera. Durante 11 de los 12 meses de operación, el Tren Maya estuvo en números rojos, requiriendo un promedio de 151 millones de pesos mensuales para funcionar.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido la viabilidad del proyecto, argumentando que no necesita auditorías externas porque la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ya realiza revisiones. Actualmente, la ASF lleva a cabo dos auditorías: una sobre la Cuenta Pública 2024, aún en proceso según la Plataforma Nacional de Transparencia, y otra sobre el cumplimiento del Órgano Interno de Control de la paraestatal. Estas revisiones serán clave para evaluar la gestión de recursos y la transparencia en un proyecto que ha generado tanto expectativas como críticas.
El gobierno apuesta por un futuro más prometedor. Para 2025, la Sedena proyecta transportar a 1.2 millones de pasajeros y aumentar los ingresos por boletos, aunque se anticipan nuevas pérdidas. El punto de equilibrio se espera para 2026, cuando el Tren Maya incorpore el transporte de carga a partir de julio y se conecte con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Para ello, el presupuesto de 2025 destinará más de 48 mil millones de pesos a la infraestructura de carga, una inversión que busca diversificar los ingresos del ferrocarril.
Los datos reflejan un proyecto con un impacto económico inicial limitado frente a su costo colosal. La dependencia de subsidios y la baja generación de ingresos propios plantean interrogantes sobre su sostenibilidad a corto plazo. Aunque el gobierno confía en el potencial turístico y logístico del Tren Maya, la falta de una auditoría externa independiente y los retos operativos, como la capacitación y el mantenimiento, sugieren que el camino hacia la rentabilidad será arduo. El éxito dependerá de una ejecución eficiente, una mayor afluencia de pasajeros y la entrada efectiva del transporte de carga, pero los riesgos financieros y la opacidad administrativa persisten como obstáculos significativos.