Trump arrasa con aranceles: México en la cuerda floja económica
Trump impone un arancel del 30% a exportaciones mexicanas fuera del T-MEC, amenazando la economía nacional. Sheinbaum anuncia negociaciones urgentes
CDMX.- La relación bilateral entre México y Estados Unidos enfrenta su mayor crisis en décadas tras el anuncio de Donald Trump de imponer un arancel del 30% a las exportaciones mexicanas fuera del T-MEC, efectivo a partir de agosto. La medida, calificada como un "ataque económico directo" por analistas, responde a presiones políticas internas en EE.UU. y a la retórica de Trump sobre migración y narcotráfico. México, cuya economía depende en un 80% de las exportaciones al vecino del norte, se tambalea ante un impacto que podría reducir el PIB en un 2% según estimaciones del Banco de México.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia matutina, calificó la decisión como "inaceptable" y anunció una reunión de emergencia con el equipo negociador en Washington, liderado por Marcelo Ebrard. Sin embargo, las opciones de México son limitadas: la renegociación del T-MEC está programada para 2026, y cualquier retaliación comercial podría escalar tensiones. "No cederemos soberanía, pero necesitamos un plan realista", señaló Ebrard, al tiempo que criticó a EE.UU. por ignorar propuestas previas de cooperación.
El sector empresarial, representado por Agustín Coppel Luken, presidente del Consejo de Administración de Grupo Coppel, expresó su preocupación y abogó por el arbitraje internacional como medida de contención. La incertidumbre regulatoria y la falta de claridad en las reformas constitucionales, como la judicial y la energética, agravan el panorama, desincentivando la inversión extranjera.
Mientras tanto, en redes sociales, la indignación crece. Usuarios como @hector_saul1 advierten sobre un "colapso financiero" si México no diversifica sus mercados. La presión también recae sobre el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, con la deuda hídrica de México a EE.UU. como otro punto de fricción que podría complicar las negociaciones.
México debe navegar entre la defensa de su soberanía y la urgencia de una estrategia económica que evite el descalabro. La pregunta no es si habrá consecuencias, sino cuán preparadas están las autoridades para enfrentarlas.