Trump despierta fantasmas del pasado: ¿Es viable reabrir la infame prisión de Alcatraz?
Alcatraz, conocida como "La Roca", operó como prisión federal de máxima seguridad entre 1934 y 1963. Albergó a criminales de alto perfil como Al Capone
Washington.- El 4 de mayo de 2025, una noticia sacudió las redes sociales y generó controversia inmediata, Donald Trump ha ordenado la reconstrucción y reapertura de la prisión federal de Alcatraz. Este anuncio, que busca devolverle su función penitenciaria a la icónica isla frente a San Francisco, ha desatado un debate sobre su viabilidad, su costo y las verdaderas intenciones detrás de esta decisión.
Alcatraz, conocida como "La Roca", operó como prisión federal de máxima seguridad entre 1934 y 1963. Albergó a criminales de alto perfil como Al Capone y fue célebre por su reputación de "inexpugnable" debido a su ubicación aislada y las peligrosas corrientes que la rodean. Sin embargo, su cierre en 1963 no fue casualidad, los altos costos operativos, combinados con serios problemas estructurales —agravados por la salinidad y la humedad del entorno—, hicieron insostenible su mantenimiento. Según registros históricos del Servicio de Parques Nacionales y la Oficina de Prisiones, las reparaciones iniciadas en 1958 no fueron suficientes, y el escape de tres reos en 1962, que expuso vulnerabilidades del lugar, terminó sellando su destino.
Hoy, Alcatraz es un Monumento Histórico Nacional y una atracción turística que recibe a miles de visitantes cada año. Sus edificios, aunque dañados por el tiempo, son preservados por el Servicio de Parques Nacionales, y la atmósfera "fantasmal" del lugar es parte de su encanto. La idea de Trump de convertirla nuevamente en una prisión para "los criminales más violentos y despiadados de América", como ha declarado, choca con esta realidad. ¿Es factible restaurar una infraestructura tan deteriorada? ¿Qué costos implicaría, tanto económicos como culturales, transformar un sitio histórico en una prisión activa?
El anuncio se alinea con la agenda de Trump de endurecer el sistema penitenciario federal, un tema recurrente en su discurso político. Sin embargo, críticos señalan que esta decisión podría ser más simbólica que práctica. Reabrir Alcatraz no solo requeriría una inversión masiva para modernizar las instalaciones y garantizar su seguridad, sino que también enfrentaría oposición de quienes ven el lugar como un patrimonio cultural. Además, el contexto histórico plantea preguntas, si Alcatraz cerró por razones estructurales y económicas hace más de 60 años, ¿qué ha cambiado para justificar su reapertura ahora?
Las reacciones en redes sociales reflejan la polarización. Algunos usuarios, como MaxTunner10, aplauden la medida como un paso hacia el orden, mientras que otros, como xDarkflagx, cuestionan quién pagará por esta iniciativa y si Trump ha considerado las razones de su cierre original. La referencia a Alcatraz también evoca imágenes de películas como La Roca (1996), como mencionó Jhonny_SMV, pero la realidad es mucho menos cinematográfica y más compleja.
Este anuncio no solo revive los fantasmas de Alcatraz, sino que pone sobre la mesa un debate más amplio sobre el sistema penitenciario, la gestión de recursos y el uso del pasado para fines políticos. ¿Es esta una solución realista o solo un gesto para proyectar mano dura? Por ahora, la incertidumbre reina en las frías aguas de la bahía de San Francisco.