Van por Sheinbaum: CNTE advierte que acudirá a cada evento de la presidenta para forzar el diálogo en medio de crecientes tensiones
La CNTE, que históricamente ha utilizado la movilización como herramienta de negociación, ha protagonizado en los últimos días una serie de protestas que han rebasado los límites de lo pacífico.
CDMX.— Tras 21 días de un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México y movilizaciones en diversos estados, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) intensifica su estrategia de presión contra el gobierno de Claudia Sheinbaum. Aunque algunos contingentes han comenzado a retirarse de la Plaza de la Constitución, voceros de la CNTE han declarado con firmeza que no cejarán en su lucha y advierten que acudirán a cada evento público de la presidenta para exigir un diálogo directo que atienda su pliego petitorio. Esta postura, lejos de buscar una conciliación, refleja un endurecimiento de tácticas que han derivado en acciones cada vez más agresivas, generando preocupación por la escalada de tensiones.
La CNTE, que históricamente ha utilizado la movilización como herramienta de negociación, ha protagonizado en los últimos días una serie de protestas que han rebasado los límites de lo pacífico. El pasado martes, integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), aliados de la CNTE, intentaron irrumpir en las oficinas de la Secretaría de Gobernación, en un acto que requirió la intervención de elementos de seguridad para evitar una confrontación mayor. El miércoles, los manifestantes se congregaron frente a las oficinas de Pensionissste, bloqueando accesos y generando caos en la zona. Este jueves, las protestas se trasladaron a la Secretaría del Bienestar, donde los docentes nuevamente obstaculizaron la operación normal de las instalaciones. Estas acciones, verificadas por reportes de prensa y declaraciones oficiales, evidencian una estrategia deliberada de presión que prioriza la confrontación sobre el diálogo.
El movimiento, sin embargo, no es homogéneo. Mientras la Sección 7 de la CNTE en Chiapas anunció que reanudará clases el próximo lunes para reorganizarse, otros sectores, particularmente los más radicales, insisten en mantener la movilización. La polarización interna es evidente: cientos de maestros comenzaron a desmantelar sus campamentos en el Zócalo desde el miércoles, regresando a sus estados, mientras grupos como los de Guerrero escalan sus tácticas. Esta división refleja no solo diferencias estratégicas, sino también la dificultad de la CNTE para mantener un frente unificado frente a un gobierno que, aunque abierto al diálogo en el discurso, no ha logrado satisfacer las demandas magisteriales.
El gobierno federal, representado por figuras como Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación, y Martí Batres, titular del ISSSTE, ha insistido en su disposición al diálogo, pero solo a través de las secretarías correspondientes. Las reuniones sostenidas hasta ahora no han fructificado, ya que los maestros han rechazado las propuestas oficiales, argumentando que no abordan las demandas centrales de su pliego petitorio, que incluye mejoras salariales, derogación de reformas educativas y mayor estabilidad laboral. La CNTE, en un tono desafiante, ha declarado que buscará forzar un encuentro directo con Sheinbaum, incluso si esto implica interrumpir sus eventos públicos de manera “no oficial”.
Este endurecimiento de posturas ocurre en un contexto de creciente malestar social. Las acciones de la CNTE, como los bloqueos y los intentos de ingreso forzado a edificios gubernamentales, han generado críticas por parte de ciudadanos y analistas que señalan el impacto en la vida cotidiana de la capital. Los bloqueos han afectado la movilidad en el centro de la Ciudad de México, mientras que los enfrentamientos con las autoridades han elevado la percepción de inestabilidad. Aunque el gobierno ha reiterado que no ha recurrido a la represión violenta, la CNTE sostiene que no ha sido escuchada, perpetuando un ciclo de confrontación sin avances concretos.
La advertencia de la CNTE de seguir a Sheinbaum en cada uno de sus eventos públicos plantea un escenario de tensión prolongada. Esta estrategia, aunque efectiva para visibilizar sus demandas, podría exacerbar las fricciones con un gobierno que, hasta ahora, ha optado por la contención. Mientras los maestros insisten en un diálogo directo con la presidenta, el país observa un conflicto que, lejos de resolverse, amenaza con escalar aún más en los próximos días.