Vector manejó 40 MDD del Cártel de Sinaloa para pagar sobornos a García Luna, revela el Tesoro de los Estados Unidos
García Luna, quien también fue director de la Agencia Federal de Investigación de México, fue hallado culpable en 2023 en un juicio en Nueva York por aprovechar sus cargos.
CDMX.— La Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló a Vector Casa de Bolsa —de Alfonso Romo, ex jefe de la oficina de presidencia de Andrés Manuel López Obrador, y donde en el pasado trabajó Edgar Amador, el actual titular de SHCP de la presidenta Claudia Sheinbaum—, como una pieza clave en el lavado de 40 millones de dólares provenientes del Cártel de Sinaloa, recursos utilizados para pagar sobornos al ex Secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, condenado por proteger a esa organización criminal.
En un informe presentado este martes, FinCEN acusó a Vector, junto con CIBanco e Intercam Banco, de facilitar operaciones de lavado de dinero para los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, del Golfo y los Beltrán Leyva. Según la documentación, entre 2013 y 2020, una empresa bajo el control de García Luna canalizó transacciones por más de 40 millones de dólares a través de Vector. Estas operaciones, que incluyeron movimientos realizados por una “mula”, habrían apoyado el tráfico de opioides del Cártel de Sinaloa en territorio estadounidense.
García Luna, quien también fue director de la Agencia Federal de Investigación de México, fue hallado culpable en 2023 en un juicio en Nueva York por aprovechar sus cargos entre 2001 y 2012 para garantizar impunidad al Cártel de Sinaloa a cambio de millonarios sobornos. El caso expone cómo el exfuncionario, alguna vez considerado un pilar en la lucha contra el narcotráfico, tejió una red de corrupción que permeó instituciones mexicanas y financieras.
El señalamiento de FinCEN no solo pone en la mira a Vector, sino que subraya la vulnerabilidad del sistema financiero mexicano ante el poder de los cárteles. Las autoridades estadounidenses aseguran que estas transacciones son evidencia de un esquema sofisticado para mover dinero ilícito, lo que refuerza la urgencia de fortalecer los controles antilavado en México y la cooperación bilateral para desmantelar estas redes.




