Vinculan a proceso a Raúl Navarro, exsecretario de Finanzas de Pavlovich, por peculado millonario en Sonora
La Fiscalía Anticorrupción de Sonora acreditó desvíos por cientos de millones de pesos mediante contratos ficticios de asesoría entre 2017 y 2020
Sonora.- En un golpe que sacude los pasillos del poder priísta en Sonora, Raúl Navarro Gallegos, exsecretario de Finanzas durante los gobiernos de Manlio Fabio Beltrones (1991-1997) y Claudia Pavlovich (2015-2021), fue vinculado a proceso por peculado y asociación delictuosa. La Fiscalía General de Justicia del Estado, bajo la actual administración de Alfonso Durazo, presentó pruebas irrefutables de contratos fantasma firmados entre 2017 y 2020, supuestamente para “asesoría administrativa”, que desviaron cientos de millones de pesos públicos. Navarro, un veterano del PRI con décadas de influencia en las arcas estatales, enfrenta ahora un proceso que podría extenderse seis meses más, mientras la fiscalía anticorrupción afina su artillería para un juicio oral.
Este caso no es un rayo aislado en el cielo nublado de Sonora: forma parte de una cacería sistemática contra el legado de Pavlovich, que ya ha salpicado a al menos tres exfuncionarios de su sexenio, como José Víctor Guerrero (exsecretario de Educación) y Francisco Curiel (exsubsecretario de Planeación), vinculados por esquemas similares en la Secretaría de Educación. Las indagatorias, iniciadas en septiembre de 2021 justo al arrancar el gobierno morenista de Durazo, han destapado órdenes de aprehensión filtradas desde agosto, incluyendo a Navarro y otros priístas, en un contexto de detenciones que apuntan a una red de corrupción arraigada en la era tricolor. Es el eco de escándalos previos, como la pesquisa a exfuncionarios de Hacienda y la empresa Bleda por peculado en enero, que pintan un panorama de opacidad crónica en el manejo de fondos estatales.
¿Venganza política o justicia tardía? Bajo Durazo, estas vinculaciones fortalecen la narrativa anticorrupción de Morena en un estado donde el PRI gobernó por décadas, pero también despiertan sospechas de selectividad: ¿dónde quedan los pecados del presente? Por ahora, el precedente es claro: en Sonora, los desvíos millonarios ya no se entierran en el olvido, y Navarro podría pagar con hasta 20 años de cárcel si las pruebas se sostienen. El reloj judicial avanza, y con él, la cuenta de un sistema que, al fin, parece cobrar facturas pendientes.



