Visa Revocada y Sombras de Narco: El Apoyo de Morena a Marina del Pilar Desata Crisis de Confianza en Baja California
AMLO, quien durante su presidencia promovió una narrativa de “abrazos, no balazos”, respaldó a Marina del Pilar en 2022, declarando que “no está sola” y que el gobierno federal la apoyaría siempre
Baja California.- La revocación de la visa estadounidense de Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California desde 2021, ha desatado una tormenta política que pone en jaque no solo su administración, sino también la credibilidad de Morena en el estado. El pasado 11 de mayo de 2025, tanto la gobernadora como su esposo, Carlos Torres, confirmaron que sus visas fueron canceladas por Estados Unidos, un hecho que, según Morena Baja California, se trata de un “procedimiento meramente administrativo”. Sin embargo, esta explicación choca con la realidad, históricamente, revocaciones de visas a figuras públicas de este calibre suelen estar ligadas a sospechas de actividades ilícitas, como los nexos con el narcotráfico. Casos previos, como el de funcionarios mexicanos investigados por la DEA en 2021, cuyos visas también fueron revocadas, lo demuestran claramente.
La Embajada de Estados Unidos en México no ha ofrecido detalles sobre las razones específicas detrás de esta decisión, pero el contexto no podría ser más incriminatorio. Recientes narcomantas en Baja California, acusan directamente a Marina del Pilar de coludirse con el Cártel de Sinaloa, una organización que, ha influido en la gobernanza de varios estados, incluyendo Baja California, para controlar las rutas de trasiego de drogas hacia la frontera con Estados Unidos. Este escenario cobra especial relevancia si consideramos que Baja California, con su estratégica posición geográfica, es un punto clave para el crimen organizado, un problema que ha erosionado profundamente la confianza ciudadana.



Morena, lejos de distanciarse, ha cerrado filas en torno a la gobernadora. El partido argumenta que la revocación de la visa es un trámite rutinario, pero esta postura ha sido recibida con escepticismo, no solo por la opinión pública, sino también en las redes sociales. Usuarios como @Cantisani2 y @Lacrisisdehoy han calificado a Morena de “narcoadministrativa” y “mafia”, reflejando un desencanto que encuentra eco en un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 2023, el cual revela que el 68% de los mexicanos cree que el crimen organizado tiene una influencia significativa en los gobiernos locales, especialmente en estados fronterizos como Baja California.
La defensa de Morena no hace sino avivar las sospechas. Andrés Manuel López Obrador, quien durante su presidencia promovió una narrativa de “abrazos, no balazos”, respaldó a Marina del Pilar en 2022, declarando que “no está sola” y que el gobierno federal la apoyaría siempre. Sin embargo, hoy, frente a la revocación de la visa, ese apoyo parece más una carga que un escudo. La narrativa de López Obrador y Morena sobre la lucha contra la corrupción choca con la percepción de un sistema político permeable al narco, un tema que The New York Times analizó en 2024, señalando la persistente desconfianza en la 4T.



En un país donde la línea entre política y crimen organizado se desdibuja cada vez más, el caso de Marina del Pilar no es solo un problema individual, sino un síntoma de una crisis sistémica. La revocación de su visa, el respaldo de Morena y las acusaciones de narco-pactos pintan un cuadro preocupante que pone en cuestión la integridad de la “transformación” que pregona la 4T. Mientras tanto, los ciudadanos de Baja California, y de México en general, se preguntan si alguna vez podrán confiar en que sus líderes prioricen el bien común por encima de intereses oscuros.