VP Vance afirma eliminación del Programa Nuclear Iraní en una semana, pero expertos dudan de la veracidad
El vicepresidente J.D. Vance asegura que el programa nuclear de Irán fue desmantelado sin bajas estadounidenses, pero la falta de evidencia y el contexto regional sugieren una realidad más compleja.
Washington.- El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, afirmó que, en tan solo una semana y sin pérdidas estadounidenses, se logró eliminar el programa nuclear de Irán, atribuyendo este supuesto éxito al liderazgo presidencial y al trabajo de las tropas americanas. Sin embargo, esta declaración, aunque impactante, carece de detalles concretos sobre las operaciones realizadas y no ofrece pruebas que respalden la idea de que el programa nuclear iraní ha sido completamente desmantelado, lo que invita a cuestionar su veracidad y alcance.
En contexto, el programa nuclear de Irán ha sido un tema de preocupación internacional desde la década del 2000, con la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) señalando repetidamente el enriquecimiento de uranio por parte de Irán a niveles que superan las necesidades civiles. A pesar del acuerdo del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA) de 2015, diseñado para limitar las actividades nucleares de Irán, la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018, bajo la administración Trump, exacerbó las tensiones y llevó a Irán a acelerar su programa nuclear. La afirmación de Vance debe analizarse a la luz de esta dinámica geopolítica compleja y en curso.
Eventos recientes, como los presuntos ataques israelíes a instalaciones nucleares iraníes y el conflicto regional más amplio que involucra a Israel, Irán y actores proxy, indican un enfoque multifacético para contrarrestar las ambiciones nucleares de Irán. Sin embargo, la idea de que el programa fue erradicado por completo en una semana y sin bajas americanas simplifica excesivamente la situación y omite el papel crucial de otros actores, como Israel, que ha estado activamente involucrado en atacar la infraestructura nuclear y militar de Irán. Esta narrativa, aunque puede servir propósitos políticos, no refleja la realidad matizada y en curso del conflicto, según lo documentado por fuentes como la IAEA y analistas geopolíticos.