De París a Nueva York, su laptop desapareció más rápido que palomitas en el cine. Pero en China, ni un dedo la tocó en 30 minutos
El francés que probó la honestidad global con…
De París a Nueva York, su laptop desapareció más rápido que palomitas en el cine. Pero en China, ni un dedo la tocó en 30 minutos